viernes, 5 de octubre de 2012

La Aldea Juglar (de regreso al paraíso)



Este verano, mi hija y yo fuimos de campamento a Cáceres, a Barrado, a la Aldea Juglar.

Lugar sorprendentemente mágico, donde se respira una tranquilidad, una diversión y una armonía increíbles, gracias a la estupenda gente que decidió compartir la aventura y gracias a los seres absolutamente creativos, vitales, risueños y tiernos que organizan todo aquello (siempre con una caja de sorpresas debajo del brazo).

¡Maravilloso campamento de los desafíos!

El único problema de conocerlo, es que luego igual no te quieres ir.

El lugar donde no existen los imposibles. Donde hasta incluso es posible, no hacer nada más que Ser.

Y si alguien no cree en dios, que vaya a la Aldea Juglar, que por allí hay alguno que otro suelto.

Vamos, que si teneis oportunidad, no dudéis en contactar con ellos, que os organizan lo que sea, con hijos, o con amigos, o con lo que quieras. Bueno, que impresionante.

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